Introducción
Actualmente, el mundo experimenta el crecimiento de la proporción de la población adulta mayor 1,2, tal como lo indican las estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el 2019, aproximadamente mil millones de personas tenían 60 años a más, y para el 2050 su proporción será el doble de lo identificado en el 2015 (22 % y 12 %, respectivamente) 3, un cambio poblacional que debe llevar a los países a adaptar su asistencia sanitaria 4. En tal sentido, deberán tomar en consideración que esta población en particular presenta mayor cantidad de alteraciones que complican su calidad de vida 5, maximizando la probabilidad de presentar patologías crónico-degenerativas, incluidas las patologías osteoarticulares y/o musculoesqueléticas, las cuales son consideradas como las primeras causas de gastos sanitarios 6. Estas patologías osteoarticulares y/o musculoesqueléticas las padecen un aproximado de 50 a 80 % de los adultos mayores, de los cuales entre el 30 y 45 % presentan dicho dolor en niveles moderado a severo, lo cual ocasiona discapacidad leve, moderada o severa, que origina el incremento de las caídas y fracturas, así como la pérdida de autonomía para las actividades diarias básicas e instrumentales de la vida diaria en los adultos mayores 7,8.
La depresión en los adultos mayores, o también llamada depresión geriátrica, es definida por Conde y Jorge como "una enfermedad mental en la que la persona mayor experimenta tristeza profunda y una progresiva disminución del interés por casi todas las actividades del desempeño social" 9. Se estima que la incidencia de casos nuevos cada año en adultos mayores es de 15 % a nivel mundial 10, la cual se puede acrecentar cuando estos se encuentran en nosocomios y hogares de reposo 11. Pero, adicionalmente, se debe de tener en cuenta que su prevalencia varía según el entorno en el cual se encuentre, por ejemplo, en Islandia la prevalencia es de 8,8 %, mientras que en Alemania es de 23,6 %. En el caso de Latinoamérica, en México la prevalencia va de 26 % a 66 %, mientras que en Perú es del 15,97 % en pacientes hospitalizados, y del 9,8 % en la comunidad 10. Esta patología psicológica, y su posible relación con el dolor, ha sido analizada anteriormente 12, ello debido a las interrogantes que generaba, pues como algo subjetivo, podría influir en el estado psicológico del individuo, sobre todo porque cada persona lo experimenta de diferente manera 13.
Su relación fue evaluada y analizada en el tiempo actual, específicamente en el entorno internacional, tal como fue evidenciado por Almeida et al., quienes mencionaron que el dolor osteoarticular se asociaba con la movilidad restringida y la depresión 14. Del mismo modo, un estudio ecuatoriano demostró que los adultos mayores que requieren ayuda debido a la presencia de dolores presentaban depresión entre 13,56 % y 24,03 % 15. Socca y Camacho encontraron que el dolor crónico y la depresión se relacionaban; además, observaron que mientras mayor sea el dolor, mayores son los síntomas depresivos 16. Y Borda et al., al realizar su estudio en Colombia, identificaron que la depresión severa en los adultos mayores se incrementaba 2,8 veces en pacientes con dolor 17.
Pero a nivel nacional, no se ha logrado identificar ningún estudio sobre este tema, por lo cual existe un vacío de conocimiento referente a la asociación de ambas variables, sobre todo en esta población extensa y vulnerable que requiere gran atención, ya que tanto la depresión como el dolor osteoarticular son condiciones prevalentes en el adulto mayor. Al respecto, ante una atención sistemática se lograría mejorar la calidad de vida, lo cual permitiría alcanzar las necesidades del paciente y su familia. De acuerdo con lo manifestado, este estudio tiene como objetivo determinar la relación existente entre el dolor osteoarticular con la depresión en adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima, Perú.
Materiales y métodos
Diseño y población de estudio
Se trata de un estudio observacional, descriptivo y de una serie de casos.
La población analizada estuvo conformada por adultos mayores que fueron atendidos en consulta externa en el Hospital Geriátrico San José de la Policía Nacional del Perú (PNP) entre los meses de octubre-noviembre del 2021. Esta institución tiene una capacidad resolutiva media con un nivel de complejidad II-E, que se encarga de brindar atención a los adultos mayores de la PNP.
Durante los dos meses de estudio, se consideró para conformar la población de estudio a aquellos adultos mayores que cumplieron con los criterios de inclusión y exclusión mencionados a continuación.
Se tomó en cuenta como criterios de inclusión a adultos mayores (≥ 60 años) de ambos sexos que aceptaron participar en el estudio, mientras que los criterios de exclusión consideraron a adultos mayores con patologías psiquiátricas del grupo de espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos brindados por la DSM-V 18, así como pacientes con alteraciones visuales, auditivas o del habla, que sean dependientes totales.
De esta manera la población estuvo conformada por 74 adultos mayores atendidos en consulta externa del Hospital Geriátrico San José de la PNP entre los meses de octubre-noviembre del 2021, la cual fue considerada como muestra, por lo cual la técnica y tipo de muestreo fue la no probabilística y por conveniencia.
Variables y mediciones
Las variables consideradas son dos: el dolor osteoarticular y la depresión. La primera presenta las siguientes características: a) Grado del dolor, definido como el grado de dolor que el adulto mayor manifiesta, el cual es valorado mediante la escala visual análoga (EVA), la cual está conformada por una línea horizontal de 10 centímetros, donde el extremo derecho indica el máximo dolor mientras que el extremo izquierdo, ausencia de dolor 19; posteriormente, dicha severidad se clasifica como sin dolor (0 a 1), dolor leve (2 a 3), dolor moderado (4 a 7) y dolor intenso (8 a 10) 20; b) Tiempo de dolor, definido como la cantidad de meses que el adulto mayor ha tenido dolor osteoarticular, el cual se categorizó como 0 a 3 meses, 4 a 6 meses y más de 6 meses; c) Exacerbación del dolor en casa, definido como el incremento de la sensación del dolor manifestado por el adulto mayor cuando se encuentra en su domicilio en relación con el grado manifestado anteriormente, evaluado con el EVA, y d) Atenuación del dolor en compañía, definido como la reducción del nivel de dolor cuando el adulto mayor se encuentra acompañado, lo cual se contrasta con el grado de dolor manifestado en un inicio y evaluado con el EVA.
La segunda variable se evalúa con la escala de depresión geriátrica de Yesavage abreviada (GDS). Esta herramienta de detección es utilizada en la atención primaria de los adultos mayores, la cual está conformada por 15 ítems cuyas opciones de respuesta son dicotómicas (Sí/No) 21, donde las respuestas correctas afirmativas son en los ítems 2, 3, 4, 6, 8, 9, 10, 12, 14, 15, mientras que las negativas en los ítems 1, 5, 7, 11, 13. De esta manera los ítems positivos reciben un puntaje Sí = 0 y No = 1, mientras que los ítems negativos reciben un puntaje Sí = 1 y No = 0 22, lo que da como resultado la siguiente categorización: sin depresión (0-5), depresión leve (6-9) y depresión establecida (10-15) 23. Este instrumento está previamente validado, por lo cual se obtienen índices de consistencia interna apropiados (KR-20 = 0,994), así como una sensibilidad de 81 % y especificidad de 76 % 24; además, en el entorno nacional se encontró que este instrumento presentaba una adecuada fiabilidad, ya que obtuvo un alpha de Cronbach de 0,846 22.
Se solicitó los permisos correspondientes a la institución sanitaria para acceder a las historias clínicas de los pacientes que cumplían con los criterios de selección, y, posteriormente, se recolectaron sus números telefónicos. La investigadora, luego de tener contacto con los adultos mayores, realizó una teleconsulta que duró de 20 a 25 minutos, en la que se informó al participante sobre la investigación, también se absolvieron todas sus dudas.
En el caso de que el adulto mayor mostró su conformidad para participar en el estudio, brindó su consentimiento de manera verbal, y, luego, se procedió con la aplicación del instrumento: un cuestionario. Este fue codificado para cada paciente con el fin de evitar incluir los nombres o apellidos, y, de esta manera, se pudo guardar la confidencialidad.
Análisis estadístico
Las variables cualitativas como la edad, el sexo, el grado de instrucción, el estado civil, el dolor que disminuye cuando está acompañado, entre otras, se calcularon a través de las frecuencias absolutas (n) y relativas (%). Para el análisis bivariado, que consistió en evaluar la relación entre las características del dolor osteoarticular y la depresión, se aplicó la prueba estadística de chi cuadrado, ya que sirve para variables cualitativas nominales y ordinales. Asimismo, el nivel de confianza fue del 95 %, y se consideró un p-valor menor a 0,05 como significativo.
Consideraciones éticas
Para el desarrollo y ejecución del presente estudio se solicitó con antelación el permiso a la entidad geriátrica para tener acceso a las historias clínicas de la población de estudio, y así obtener los números telefónicos de los pacientes y proceder con la técnica de recolección. Se tuvo en consideración lo establecido y especificado dentro de los principios éticos para la investigación médica con seres humanos en la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial (AMM) 25.
Resultados
En la presente investigación se incluyeron a adultos mayores que fueron atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú, en el 2021, quienes cumplieron con los criterios de inclusión y exclusión.
Tabla 1 Características generales de los adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú, 2021
Características generales | N | % |
---|---|---|
Edad | ||
≤ 70 años | 13 | 17,60 |
> 70 años | 38 | 51,35 |
Sexo | ||
Hombre | 33 | 44,59 |
Mujer | 41 | 55,41 |
Grado de instrucción | ||
Primaria | 9 | 12,16 |
Secundaria | 45 | 60,81 |
Superior | 20 | 27,03 |
Estado civil | ||
Casado/conviviente | 64 | 86,49 |
Viudo | 8 | 10,81 |
Divorciado/separado | 2 | 2,70 |
Total | 74 | 100,00 |
La Tabla 1 muestra que el 51,35 % de los adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú, en su mayoría, fueron > 70 años y el 17,6 %, ≤ 70 años. Además, el 55,41 % fueron mujeres, el 60,81 % tuvo instrucción secundaria y el 86,49 % eran casados o convivientes.
La Tabla 2 muestra que el 32,43 % de los adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú manifestaron que el dolor disminuía cuando estaban acompañados. El 20,27 % señaló que el dolor es más intenso en casa, sin embargo, para el 75,68 % le es indiferente. Respecto al grado de dolor, el 81,08 % tuvo un dolor moderado, mientras que el 18,92 %, un dolor leve, además, el 64,86 % tuvo un tiempo de dolor mayor a 6 meses.
Tabla 2 Características del dolor osteoarticular en los adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú, 2021
Características del dolor osteoarticular | N | % |
---|---|---|
El dolor disminuye cuando está acompañado | ||
Sí | 24 | 32,43 |
No | 16 | 21,62 |
Indiferente | 34 | 45,95 |
El dolor es más intenso en casa | ||
Sí | 15 | 20,27 |
No | 3 | 4,05 |
Indiferente | 56 | 75,68 |
Grado de dolor osteoarticular | ||
Dolor leve | 14 | 18,92 |
Dolor moderado | 60 | 81,08 |
Tiempo de dolor | ||
4 a 6 meses | 26 | 35,14 |
Mayor a 6 meses | 48 | 64,86 |
Total | 74 | 100,00 |
Según la Figura 1, el 43,24 % de los adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú experimentaron una depresión leve y el 29,73 %, depresión establecida, mientras que el 27,03 % no tuvieron depresión.
En la Tabla 3 se observa que el 95,45 % de los adultos mayores con depresión establecida tuvieron dolor osteoarticular moderado, mientras que solo el 65,00 % de los adultos mayores sin depresión tuvieron este nivel de dolor, lo que demuestra que existe diferencias significativas entre el grado de dolor osteoarticular y la depresión (p = 0,041) en los adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú. Por otro lado, el 72,73 % de los adultos mayores con depresión establecida tuvieron un tiempo de dolor mayor a 6 meses, mientras que solo el 40,00 % de los adultos mayores no tuvieron depresión en este tiempo de dolor, lo que evidencia que existe diferencias significativas entre el tiempo de dolor y la depresión (p = 0,024). En este sentido, se entiende que a mayor grado y tiempo de dolor osteoarticular es mayor la depresión.
Tabla 3 Características del dolor osteoarticular según la depresión en los adultos mayores atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú, 2021
Depresión | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Sin depresión | Depresión leve | Depresión establecida | p* | ||||
Características del dolor osteoarticular | N | % | N | % | N | % | |
El dolor disminuye cuando está acompañado | |||||||
Sí | 2 | 10,00 | 12 | 37,50 | 10 | 45,45 | |
No | 7 | 35,00 | 7 | 21,88 | 2 | 9,09 | 0,081 |
Indiferente | 11 | 55,00 | 13 | 40,63 | 10 | 45,45 | |
El dolor es más intenso en casa | |||||||
Sí | 0 | 0,00 | 8 | 25,00 | 7 | 31,82 | |
No | 1 | 5,00 | 1 | 3,13 | 1 | 4,55 | 0,114 |
Indiferente | 19 | 95,00 | 23 | 71,88 | 14 | 63,64 | |
Grado de dolor osteoarticular | |||||||
Dolor leve | 7 | 35,00 | 6 | 18,75 | 1 | 4,55 | |
Dolor moderado | 13 | 65,00 | 26 | 81,25 | 21 | 95,45 | 0,041 |
Tiempo de dolor | |||||||
De 4 a 6 meses | 12 | 60,00 | 8 | 25,00 | 6 | 27,27 | |
Mayor a 6 meses | 8 | 40,00 | 24 | 75,00 | 16 | 72,73 | 0,024 |
Total | 20 | 100,00 | 32 | 100,00 | 22 | 100,00 |
* p-valor de la prueba chi cuadrado (p)
Discusión
En este estudio la mayoría de los pacientes presentaban dolor osteoarticular moderado (81,08 %), el tiempo con el que convivían con el dolor era más de 6 meses (64,86 %); asimismo, se identificó que el dolor era indiferente cuando se encontraban acompañados o cuando estaban en casa (45,95 % y 75,68 %, respectivamente). Díaz et al. 8, al evaluar a adultos mayores cubanos que tenían dolor osteoarticular, encontraron que el 52,43 % tenían dolor casi todos los días, el 31,43 % catalogaban su dolor como fuerte seguido de moderado (31,14 %). En ambos estudios la principal similitud es que los adultos mayores presentaban dolor osteoarticular, por lo cual se podría decir que, tanto en estos como en el presente, la intensidad o grado de dolor que manifiestan los adultos mayores por lo general es moderado.
Por otro lado, Borda et al. 17, al realizar su estudio de análisis secundario de la encuesta "Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE)" en adultos mayores colombianos, identificaron que el 46,86 % padecían dolor, sin especificar la intensidad y localización, pero debido a que se trata de población anciana, se deduce que el dolor que manifestaban era musculoesquelético. Esto se puede entender porque entre el 60 y 80 % de los ancianos de la comunidad colombiana no institucionalizados tienen como principal patología las alteraciones musculoesqueléticas, las cuales les genera un alto grado de dolor 26. Tal como lo señalaron Kosson et al. 27, quienes evaluaron principalmente a adultos mayores de la ciudad de Varsovia-Polonia, estos padecían dolor osteoarticular (43,61 %), y que, por lo general, era de 4,3, que es un nivel moderado.
Respecto a la depresión, en el presente estudio se encontró que el 43,24 % de los adultos mayores presentaban depresión leve, mientras que el 29,73 % depresión establecida. Sobre ello, Borda et al. 17, al aplicar la escala geriátrica de Yesavage en su estudio en adultos mayores colombianos, identificaron que el 19,5 % revelaban indicativos de depresión leve y el 6,2 %, de depresión severa. Si bien en ambos estudios se evidencia la presencia de depresión, se puede observar que las frecuencias son muy diferentes, lo cual podría deberse a la cantidad de la población analizada en cada estudio, puesto que el autor mencionado analizó una base de datos donde incluyó a dos mil personas adultas mayores.
Mientras que Kosson et al. 27, al utilizar la "Escala de ansiedad y Depresión hospitalaria-Versión modificada (HADS-M)", hallaron que casi la quinta parte de los pacientes (17,85 %) presentaban depresión, De Heer et al. 28 analizaron los datos del "Estudio de los Países Bajos sobre la Depresión y la Ansiedad (NESDA)" e identificaron que el 13,3 % presentaba trastorno depresivo, de los cuales el 27,5 % era de nivel leve. En este caso, los porcentajes tienen similitudes, ya que la población que analizaron en cada uno de los estudios involucraba a adultos como adultos mayores, y los resultados fueron obtenidos de manera general, sin realizar diferenciación de las etapas de vida.
Al realizar el análisis estadístico inferencial, se halló que el grado y tiempo de dolor osteoarticular se asociaba de manera significativa con la depresión (p = 0,041), ello debido a que la mayoría de los adultos mayores con depresión leve o establecida tenían mayor nivel de dolor osteoarticular. En el caso de Kosson et al. 28, al realizar el mismo análisis, encontraron que la intensidad del dolor se asociaba con la depresión (p = 0,000), tal como lo evidenciaron De Heer et al. 28, quienes demostraron que el 49 % tenían trastorno depresivo y, a su vez, dolor leve-moderado (p < 0,001). Los resultados mencionados demuestran que aquellos que presentaban dolor moderado a severo son quienes principalmente eran diagnosticados con depresión. Esto sería como resultado de la alteración de la salud y de la calidad de vida del paciente, puesto que el grado de dolor estaría generando que su actividad física se viera disminuida, y su autonomía afectada, lo cual se podría sustentar con lo identificado por Borda et al. 17. Ellos demostraron que las prevalencias más altas de dolor estaban presentes en aquellos que tenían depresión severa (79,96 %) y, al realizar el análisis multivariado, comprobaron que el grado de dolor más fuerte se asociaba con dicha depresión (OR = 2,80).
En relación con el tiempo de dolor se encontró que este se asoció de manera significativa con la depresión (p = 0,024), ya que aquellos adultos mayores con depresión leve o establecida tenían mayor tiempo de dolor osteoarticular. Wahyu et al. 29, al analizar a pacientes ancianos con osteoartritis, encontraron que la depresión se incrementaba cuando la duración del dolor era mayor (p = 0,025), lo cual coincidía con lo hallado en este estudio; sin embargo, es necesario incrementar la evidencia al respecto, para realizar una mejor contrastación de la información.
En esta investigación se analizaron dos variables poco estudiadas en el entorno nacional y local de manera conjunta en población anciana, lo cual puede considerarse como un aporte epidemiológico para la comunidad científica, que será de gran utilidad para estudios posteriores bajo la misma línea temática. Por otro lado, una limitación de este estudio es la cantidad de la población analizada, ya que se presentaron una diversidad de barreras de comunicación debido a la coyuntura causada por la pandemia por la COVID-19 (inmovilización y distanciamiento social, cierre temporal de consultorios externos, entre otros). Igualmente, los participantes tuvieron que enfrentar una serie de obstáculos, tal como el desconocimiento del uso de equipos tecnológicos, lo que generó una reducción de la población de estudio.
Finalmente, se puede concluir que el dolor osteoarticular se asoció de manera significativa con la depresión, específicamente en los adultos mayores que presentaban mayor grado y tiempo de dolor osteoarticular que fueron atendidos en un hospital geriátrico de Lima-Perú.