INTRODUCCIÓN
El sueño es una necesidad fisiológica del ser humano, y su alteración es un problema significativo para la salud pública e integral 1,2. La interrupción del sueño es un problema reportado durante la pandemia del COVID-19 3.
La pandemia del COVID-19 afectó la calidad de vida de la población. Una de las medidas de protección fue el aislamiento social, el teletrabajo y la educación a distancia 3. A medida que las escuelas cerraron, los maestros se encargaron principalmente de la enseñanza en línea 4.
La docencia es una profesión exigente y estresante. Los maestros están sobrecargados con los deberes administrativos, la enseñanza y las crecientes demandas académicas de los estudiantes y padres. Los docentes enfrentan desafíos constantes al actualizar sus metodologías de enseñanza y mejorar su competencia con cursos de especialización. Algunos maestros generaron ingresos adicionales al dictar clases particulares 5. Los maestros acumularon múltiples funciones, por ejemplo, enseñar a sus alumnos mientras apoyaban el aprendizaje de sus propios hijos 3.
Estos nuevos desafíos están asociados con la calidad y cantidad del sueño, lo que ocasiona fatiga, inestabilidad emocional, dificultad de concentración o disminución en el rendimiento cotidiano 6.
Casi la tercera parte de las personas sometidas al aislamiento social presentaron alteraciones del sueño y se recomendó dar tratamiento temprano para evitar trastornos mentales como depresión, ansiedad y estrés 7.
La limitación de sueño produce efectos adversos en las funciones endocrinas, metabólicas e inflamatorias, los cuales son perjudiciales para la salud 8.
El objetivo fue evaluar la calidad de sueño y componentes en los docentes en una institución educativa pública del distrito de Máncora durante el aislamiento social por COVID-19.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño y población de estudio
Estudio observacional, transversal y prospectivo. Se entrevistó a 59 docentes, quienes trabajaron en aislamiento social durante el año académico 2021 en la institución educativa pública "Alberto Pallete" del distrito de Máncora, ubicado a 1 000 km al norte de Lima.
Variables y mediciones
Las variables fueron sexo, edad, especialidad docente (área que enseña el docente), nivel educativo que enseñaba el docente y calidad de sueño medido por el Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh (ICSP) usando la plataforma Google Forms.
El ICSP fue creado y validado por Buysse en 1989. Consta de 24 preguntas, 19 de autoevaluación y 5 preguntas dirigidas al compañero(a) de habitación o de cama. Las primeras 19 preguntas proporcionan la calificación global de la calidad del sueño a través de 7 componentes: calidad subjetiva del sueño, latencia de sueño, duración del sueño, eficiencia habitual del sueño, perturbaciones del sueño, uso de medicación hipnótica y disfunción diurna 9,10,11.
Una puntuación 0 indica que no existen problemas y 3 señala graves problemas 10. La suma total de los componentes varía entre 0 y 21. Una puntuación menor de 5 se considera "sin problemas de sueño"; entre 5 a 7, "merece atención médica"; entre 8 y 14, "merece atención y tratamiento médico", y mayor o igual a 15, "grave problema de sueño" 9.
El ICSP obtuvo un alfa de Cronbach de 0,83 y la puntuación mayor de 5 distingue a los sujetos con mal dormir de aquellos que duermen bien. Tiene sensibilidad de 89,6 % y especificidad de 86,5 % para indicar graves problemas de sueño 12,13. En este trabajo utilizamos la versión española, adaptada y validada en una población general por Royuela y Macías 11.
Análisis estadístico
Análisis univariado: las variables categóricas se expresaron en frecuencias y porcentajes. La edad se expresó con el promedio y desviación estándar. Para confirmar la distribución normal se usó la prueba de Kolmogórov-Smirnov. El puntaje del ICSP se evaluó con la mediana y cuartiles por ser variable cuantitativa discreta.
Análisis bivariado: las variables categóricas con la prueba de chi-cuadrado de Pearson o corrección con la prueba exacta de Fisher. Se consideró un nivel de significancia de p < 0,05. Asimismo, se usó SPSS v. 25 para Windows.
Consideraciones éticas
Se contó con la aprobación del Comité Institucional de Ética en Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Martín de Porres (Of. No. 774-2021-CIEI- FMH-USMP). Las autoridades de la institución educativa "Alberto Pallete" autorizaron la aplicación del cuestionario a los docentes. Todos ellos dieron su consentimiento en la parte inicial del cuestionario.
Asimismo, se garantizó la privacidad de los datos de los participantes, y no se recopiló información de índole personal como correos institucionales, teléfonos o nombres de los docentes.
RESULTADOS
La edad promedio de los docentes fue 44,30 años (± 8,89); es decir, un rango entre 26 a 64 años.
A continuación en la tabla 1 se describen algunas características de los docentes participantes.
Tabla 1 Características de los docentes de la institución educativa "Alberto Pallete" en el distrito de Máncora
El 94,90 % de los docentes fueron malos dormidores (puntaje ICSP > 5). La mediana del puntaje del ICSP fue 15, con un rango de 4 a 21.
Con respecto a los componentes de la calidad de sueño (Tabla 2), el 69,50 % presentaron mala calidad subjetiva del sueño; 67,80 %, inadecuada latencia de sueño; 61,00 %, duración del sueño de menos de 5 horas.
El 27,10 % tuvo eficiencia habitual del sueño menor al 65,00 % y el 49,20 % reportó perturbaciones del sueño. Asimismo, el 50,80 % admitió el uso de medicación hipnótica más de una vez a la semana. El 39,00 % presentó disfunción diurna.
El 25,40 % de docentes de Máncora creyeron tener buena calidad de sueño, pero eran malos dormidores según el puntaje del ICSP.
Tabla 2 Parámetros de la calidad de sueño según el cuestionario de Pittsburgh de los docentes de la institución educativa "Alberto Pallete" del distrito de Máncora
* ningún docente presentó valor de 0
El 54,30 % de los docentes tenían problema grave de sueño (Tabla 3).
Tabla 3 Calidad de sueño según puntaje de ICSP en docentes de la institución educativa "Alberto Pallete" del distrito de Máncora
Se encontró asociación entre la calidad de sueño con los componentes de calidad subjetiva del sueño, latencia de sueño, duración del sueño, eficiencia habitual del sueño y disfunción diurna. En los resultados del análisis bivariado hallamos que no existió asociación significativa entre la calidad de sueño y sexo, y tampoco por nivel educativo y especialidad que enseñaba el docente (Tabla 4).
DISCUSIÓN
La calidad de sueño es uno de los problemas de la medicina más extendido y menos comprendido 14.
La prevalencia de mala calidad de sueño en el personal docente (malos dormidores) fue de 94,90 %. Este hallazgo es mayor al de Fontana et al., quienes hallaron mala calidad del sueño en 71,5 % de docentes de escuelas públicas de Estados Unidos 15. Esto también es similar en un estudio en 58 docentes de varias razas en Nueva York, entre ellas latinos (66,00 % del total), quienes obtuvieron puntajes más altos en la alteración del sueño empleando la PROMIS Disturbed Sleep Scale (mide el estado de alerta, somnolencia, cansancio y deterioros funcionales autoinformados asociados con problemas del sueño) 3. Asimismo, de 11 014 maestros en China en aislamiento social, el 61,19 % de docentes de primaria y el 38,81 % de secundaria tuvieron mala calidad de sueño durante la pandemia por el COVID-19 16. Musa 5, antes de la pandemia, encontró prevalencia de mala calidad del sueño en el 61,00 % de docentes malayos, cifra menor a los docentes de Máncora.
Recientemente, en un estudio sobre hábitos de vida durante la pandemia por el COVID-19 en población general colombiana, las alteraciones de sueño percibidas eran 86,20 % 17, valor tan alto como en esta investigación. Estas diferencias podrían obedecer a algunas diferencias culturales y/o regionales 18.
El sexo de los docentes no se asoció a la calidad de sueño, pero en escuelas públicas de Brasil, con mayoría de mujeres (81,90 %), el 40,00 % de ellas percibió alteración en la calidad del sueño durante la pandemia 19.
Paiva et al. no encontraron diferencias por edad en la calidad de sueño en adultos de diversas profesiones, entre ellos los docentes, durante la época de la pandemia 18.
Nuestros resultados muestran que la mala calidad de sueño de los docentes de Máncora se asoció principalmente con los componentes de latencia de sueño, disfunción diurna y eficiencia habitual del sueño.
Los componentes más alterados fueron la latencia de sueño, duración del sueño y perturbaciones del sueño en los docentes de Máncora. Paiva et al. señalan que, en una población de adultos mayores de 18 años en Portugal, en docentes de educación superior, la latencia de sueño, la duración de sueño y las perturbaciones de sueño fueron los más afectados durante la pandemia del COVID-19 18.
En los docentes de Máncora la duración del sueño fue menor de cinco horas en el 61,00 %, por tanto, se obtuvo la segunda peor calificación de todos los componentes. Este resultado es similar en 70,00 % de docentes de educación primaria y secundaria en Irlanda 20. En un estudio en docentes de educación primaria, secundaria y superior en China durante la pandemia por COVID-19, el 16,50 % dormía menos de 6 horas, siendo mayor en los que tenían depresión 21. Esta cifra es menor a la de Musa, quien encontró que 11,40 % de los docentes malayos dormían menos de 5 horas antes de la pandemia 5.
Las perturbaciones del sueño se presentaron en el 49,20 % de los docentes. En un estudio en etapa prepandémica, Musa 5 reporta que 94,00 % de docentes de secundaria, en Malasia, tenían perturbaciones del sueño, cifra mayor a la reportada por nosotros.
Con respecto a la disfunción diurna, el 39,00 % de los docentes de Máncora presentaba agotamiento severo al realizar alguna actividad. Esta cifra fue menor que la reportada por Musa, la cual mencionaba que 70,00 % de los docentes tenían dificultad leve en la disfunción diurna debido a la somnolencia 5.
El uso de medicación hipnótica (16,90 %) y la eficiencia habitual del sueño (27,10 %) fueron los componentes que presentaron menor alteración en los docentes de Máncora. De 15 641 docentes en Brasil, durante la pandemia por COVID-19, el 33,40 % tuvo problemas para dormir y el 30,40 % usaba medicamentos para relajarse y dormir 22. Musa reportó que solo 3,00 % de los docentes usaron medicación hipnótica antes de la pandemia 5.
Durante el aislamiento social, el 54,30 % de los docentes de Máncora presentaban problema grave de sueño. Nuestros hallazgos fueron obtenidos a fines del año 2021, lo que podría explicar el mayor porcentaje en los docentes.
Existe un 25,40 % de docentes de Máncora que creyeron tener buena calidad de sueño, sin embargo, fueron malos dormidores según el puntaje del ICSP. Esta percepción de los docentes de Máncora podría deberse a un conocimiento erróneo de la calidad de sueño o por la variación cultural o social 18.
Es posible que la mala calidad de sueño de los docentes pudiera haberse incrementado. Esto es sustentado por Paiva et al., quienes hallaron antes de la COVID-19 que el 21,90 % de su muestra tenía calidad de sueño deficiente, la cual aumentó al 36,30 % durante la pandemia 18.
Una de las limitaciones es la aplicación virtual del ICSP, la cual pudo generar un sesgo. Pero el ICSP ha demostrado ser útil, accesible y sencillo de resolver 12,13.
Otra limitación es no haber considerado la presencia de comorbilidades, depresión, ansiedad, problemas económicos, entre otros, que pudieron afectar la calidad del sueño.
En conclusión, los resultados muestran alta prevalencia de alteraciones de sueño durante la emergencia sanitaria por COVID-19 en docentes en una institución educativa pública del norte peruano.