Introducción
En el Perú, la depresión es una importante causa demorbilidad y, para el 2019 fue la segunda mayor causa de años de vida saludables perdidos en el componente de discapacidad (AVISA) en personas de 15 a 44 años. Para este mismo año, se estimó que, en la población femenina de cualquier edad, la depresión generó 112 538 AVISA, con una razón de 6,9 por cada mil mujeres, predominando el componente de discapacidad 1. En el 2022, de los 247 171 casos de depresión notificados, las mujeres representaron el 75 % 2. Según las encuestas demográficas y de salud familiar (ENDES) del 2014 al 2019, la prevalencia de síntomas depresivos (SD) predomina en mujeres, sobre todo en aquellas que residen en una zona rural y que cuentan con bajos niveles socioeconómico y educativo 3.
Otra patología de interés es la obesidad, cuya prevalencia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha incrementado a nivel mundial, llegando a triplicar su valor desde 1975 hasta 2016. Por ello, algunos autores la califican como una pandemia 4. En el Perú, según la Endes del 2022, las prevalencias de sobrepeso y obesidad en personas mayores de 15 años son 37,5 % y 25,6 %, respectivamente; la obesidad en mujeres supera a la de hombres por 8,6 puntos porcentuales 3.
La obesidad está asociada, además, a comorbilidades como diabetes mellitus (DM), hipertensión arterial (HTA), enfermedades cardiovasculares e incluso a trastornos psiquiátricos 5-7. Con la depresión, se ha planteado una relación bidireccional, lo cual ha sido constatado por estudios longitudinales 8-10. Como mecanismos de esta asociación se postulan una desregulación a nivel hipotalámico-hipofisiario-suprarrenal, la activación del sistema nervioso central (SNC) y un estado inflamatorio crónico 11,12. Además, existe evidencia clínica en la que se ha reportado una menor respuesta al tratamiento antidepresivo en personas obesas 5.
No está bien definida la relación entre los SD y el sobrepeso en mujeres en edad fértil (MEF: 15 a 49 años) en la población peruana. Las investigaciones previas han incluido a hombres y mujeres 13,14, o a otras poblaciones como los inmigrantes 15, no hallando asociaciones significativas entre ambas variables. Sin embargo, se reporta consistentemente que el ser mujer aumenta las probabilidades de padecer SD en comparación con los hombres, por lo que surge la interrogante sobre si la asociación entre ambas variables tendrá un comportamiento distinto para esta población específica.
En vista de la gran proporción de mujeres que padece exceso de peso y síntomas depresivos en el país, se realizó este estudio en el que se evaluó la asociación entre el exceso de peso y la presencia de SD en MEF, según datos de la Endes del 2022. Asimismo, se identificaron los factores de riesgo vinculados a la depresión.
Materiales y métodos
Diseño y población de estudio
Se realizó un estudio transversal de análisis de bases secundarias de la Endes del 2022, realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la cual recopila información a nivel nacional mediante un diseño muestral complejo bietápico, probabilístico, estratificado e independiente. Según el INEI, en 2022 fueron encuestadas 35 787 MEF en 36 760 viviendas evaluadas 16.
Se incluyeron en el análisis los registros de MEF en los que se haya completado el Cuestionario sobre la salud del paciente (PHQ9), el módulo de antropometría y el módulo de violencia. Fueron excluidos los registros de MEF con infrapeso (índice de masa corporal [IMC] <18,5) y aquellos que no contaron con información para los módulos y cuestionarios anteriormente mencionados.
Variables y mediciones
La variable dependiente fue la presencia de SD, evaluada mediante el cuestionario PHQ9. Este requiere que la entrevistada informe si durante los últimos 14 días experimentó los siguientes síntomas: poco interés, no poder dormir o dormir demasiado, sensación de cansancio, poco apetito o comer en exceso, poca atención, problemas para moverse, hacerse daño de alguna forma buscando morir y sentirse mal 17,18.
Se asignó un valor numérico a cada característica: "ningún día" = 0, "varios días" (1-6 días) = 1, "la mayoría de los días" (7-11 días) = 2 y "casi todos los días" (12-14 días) = 3; los valores que resultaron de las nueve preguntas fueron sumados para obtener una escala entre 0 y 27 puntos. Con dicho puntaje, se categorizó la severidad de los SD en ninguno (0-4 puntos), leve (5-9) y moderado-severo (10-27).
Este cuestionario cuenta con validación a nivel nacional 17. Para definir la presencia o ausencia de SD, se trabajó con un punto de corte de 10, lo cual le otorga una sensibilidad y especificidad de 85 % para diagnosticar depresión, según un metaanálisis 19.
Por su parte, la variable independiente correspondió al exceso de peso de la MEF, el cual se determinó según el IMC: normal (IMC > 18,5 y ≤ 24,9), sobrepeso (IMC ≥ 25 y ≤ 29,9) y obesidad (IMC ≥ 30). El IMC fue previamente construido empleando los datos del peso (variable QS900) y talla (variable QS901) de la MEF, los cuales se obtuvieron por personal capacitado en base a normas del Instituto Nacional de Salud (INS) y el Ministerio de Salud (Minsa), usando una balanza electrónica y un tallímetro móvil calibrado, registrando dichos datos en papel 16.
Adicionalmente, se recolectaron otras covariables, las cuales se agruparon en i) características de la mujer: grupo etario, nivel educativo, estado conyugal, condición laboral, ámbito de residencia, nivel de pobreza, lengua materna y número de hijos; ii) características de la pareja: grupo etario, nivel educativo y consumo de bebidas alcohólicas, y iii) características del estilo de vida y de la salud: consumo de bebidas alcohólicas, antecedentes o riesgo de HTA, diagnóstico previo de DM o hiperglicemia y ser víctima de violencia emocional, sexual o física. (Figura 1)
Análisis estadístico
El análisis de datos se realizó con el programa estadístico Stata, versión 15, tomando en cuenta el diseño muestral complejo de la Endes, para lo cual se aplicó el comando "svy", que considera los conglomerados, los estratos y el factor de ponderación. Se fusionaron las bases de datos tal como se muestra en la Figura 2.
A nivel descriptivo, se estimaron frecuencias, porcentajes (no ponderados y ponderados) e intervalos de confianza al 95 % (IC 95 %) de todas las variables. Se identificó, además, si el coeficiente de variación superaba el 15 % en las estimaciones. En el análisis bivariado, se identificó la diferencia en los porcentajes ponderados de depresión según la variable independiente y las covariables mediante la prueba chi cuadrado de Pearson con corrección de Rao Scott.
Para determinar los factores asociados a los SD se realizó un análisis multivariado, para lo cual se empleó un modelo de regresión logística binaria donde se ajustaron aquellas variables que obtuvieron un nivel de significancia menor o igual a 0,20 en el análisis bivariado, manteniendo la variable independiente como ajuste de interés epidemiológico. Se evaluó la multicolinealidad entre covariables con el factor de inflación de la varianza. En todos los análisis se consideró un nivel de significancia menor a 0,05.
Consideraciones éticas
Los datos utilizados para el análisis se encuentran disponibles para el público en general en la página oficial del INEI (https://proyectos.inei.gob.pe/microdatos/). Dicha entidad anonimiza los datos de sus participantes, por lo cual, no se vulnera la privacidad de las encuestadas. El protocolo de investigación de este estudio fue aprobado por el Comité Institucional de Ética en Investigación de la Universidad de Piura mediante expediente N.°: PREMED07202216 y se encuentra inscrito en el Registro de Proyectos de Investigación en Salud (Prisa) del INS del Minsa, bajo código EI00000003136 (https://www.ins.gob. pe/prisa/ver_investigacion.aspx).
Resultados
Población de estudio
En el estudio se incluyeron 13 492 registros de MEF del total compuesto por 35 787, tras excluir a los que no cumplían con los criterios de inclusión o presentaban ausencia de datos (Figura 2).
Características de la muestra
Del total de la muestra, 5997 tenían entre 15 y 29 años (44,8 %), 6705 contaban con un nivel de educación secundaria (50 %), 8821 estaban unidas (60,4 %), 9020 residían en zonas urbanas (82,5 %) y 3804 se clasificaban como "pobres" según el índice de riqueza (23 %).
Las prevalencias de sobrepeso y obesidad fueron 38,7 % y 29 %, respectivamente. El 8,7 % presentó SD; entre ellas, el 19,4 % correspondía a síntomas leves. Estas y el resto de las características se presentan en la Tabla 1.
Tabla 1 Distribución de las características de las mujeres consideradas en la muestra de estudio
Variable | ns (%s) | %p (IC 95 %) |
---|---|---|
Características de la mujer | ||
Grupo etario | ||
15-29 | 5997 (44,5) | 44,8 (43,4-46,1) |
30-39 | 5035 (37,3) | 30,2 (29,1-31,4) |
40-49 | 2460 (18,2) | 25,0 (23,7-26,4) |
Nivel educativo | ||
Sin educación | 186 (1,4) | 1,1 (0,9-1,3) |
Primaria | 2288 (16,9) | 13,1 (12,3-13,9) |
Secundaria | 6705 (49,7) | 50,0 (48,6-51,4) |
Superior | 4313 (32,0) | 35,8 (34,5-37,3) |
Estado conyugal | ||
No unida | 4671 (34,6) | 39,6 (38,2-41,0) |
Unida | 8821 (65,4) | 60,4 (59,0-61,8) |
Condición laboral | ||
No trabaja | 5357 (39,7) | 39,9 (38,6-41,2) |
Sí trabaja | 8135 (60,3) | 60,1 (58,8-61,4) |
Ámbito de residencia | ||
Urbano | 9020 (66,8) | 82,5 (81,8-83,3) |
Rural | 4472 (33,2) | 17,5 (16,7-18,2) |
Nivel de pobreza | ||
Muy pobre | 4084 (30,3) | 17,7 (16,9-18,5) |
Pobre | 3804 (28,2) | 23,0 (21,8-24,3) |
Ni pobre/ni rico | 2672 (19,8) | 22,1 (21,0-23,3) |
Rico | 1786 (13,2) | 20,3 (19,1-21,5) |
Muy rico | 1146 (8,5) | 16,9 (15,7-8,2) |
Lengua materna | ||
Español | 10 395 (77,0) | 85,8 (84,9-86,6) |
Lengua nativa | 3077 (22,8) | 14,1 (13,3-14,9) |
Idioma extranjero | 20 (0,2) | 0,1 (0,1-03)* |
Maternidad | ||
No tiene hijos | 2035 (15,1) | 20,1 (19,0-21,3) |
Tiene hijos | 11 457 (84,9) | 79,9 (78,8-81,0) |
Características de la pareja | ||
Grupo etario | ||
Sin pareja-no sabe/no responde | 4671 (34,6) | 39,6 (38,2-41,0) |
Menor de edad (<18) | 13 (0,1) | 0,2 (0,1-0,4)* |
Joven (18 a 29) | 2202 (16,3) | 14,8 (13,8-15,8) |
Adulto (30 a 59) | 6529 (48,4) | 44,7 (43,4-46,1) |
Adulto mayor (≥60) | 77 (0,6) | 0,7 (0,5-1,1)* |
Nivel educativo | ||
Sin educación | 69 (0,5) | 0,3 (0,2-0,5)* |
Primaria | 1681 (12,5) | 9,4 (8,8-10,0) |
Secundaria | 5911 (43,8) | 40,6 (39,3-42,1) |
Superior | 3446 (25,5) | 27,0 (25,7-28,3) |
Sin pareja-no sabe/no responde | 2385 (17,7) | 22,7 (21,5-23,9) |
Consumo de bebidas alcohólicas | ||
Sin pareja-no sabe/no responde | 3356 (24,9) | 32,0 (30,7-33,3) |
No consume | 2010 (14,9) | 16,1 (15,1-17,3) |
Sí consume | 8126 (60,2) | 51,9 (50,5-53,3) |
Características del estilo de vida y de la salud | ||
Estado nutricional | ||
Normopeso (18,5-24,9) | 4214 (31,2) | 32,3 (31,0-33,7) |
Sobrepeso (25,0-29,9) | 5416 (40,2) | 38,7 (37,4-40,1) |
Obesidad (≥30,0) | 3862 (28,6) | 29,0 (27,7-30,2) |
Consumo de bebidas alcohólicas | ||
No consume | 4769 (35,4) | 36,3 (34,9-37,6) |
Sí consume | 3862 (28,6) | 32,9 (31,6-34,3) |
No sabe/no responde | 4861 (36,0) | 30,8 (29,6-32,0) |
Antecedentes o riesgo de HTA | ||
No | 12 541 (93,0) | 91,7 (90,8-92,5) |
Sí | 951 (7,1) | 8,3 (7,5-9,2) |
Diagnóstico de DM o hiperglicemia | ||
No | 13 260 (98,3) | 98,3 (97,9-98,6) |
Sí | 225 (1,7) | 1,7 (1,4-2,1) |
No sabe/no responde | 7 (0,0) | 0,0 (0,0-0,1)* |
Víctima de violencia emocional | ||
No tiene pareja | 3356 (24,9) | 31,9 (30,7-33,3) |
Pareja no ejerce violencia | 7595 (56,3) | 51,5 (50,1-52,8) |
Pareja sí ejerce violencia | 2541 (18,8) | 16,6 (15,6-17,6) |
Víctima de violencia sexual | ||
No tiene pareja | 3356 (24,9) | 32,0 (30,7-33,3) |
Pareja no ejerce violencia | 522 (70,6) | 64,0 (62,7-65,4) |
Pareja sí ejerce violencia | 614 (4,5) | 4,0 (3,5-4,6) |
Víctima de violencia física | 3356 (24,9) | 32,0 (30,7-33,3) |
No tiene pareja areja no ejerce violencia | 7223 (53,5) | 49,0 (47,6-50,4) |
Pareja sí ejerce violencia | 913 (21,6) | 19,0 (18,1-20,1) |
Síntomas depresivos | ||
Presencia de depresión | ||
No presenta | 12 487 (92,5) | 91,3 (90,5-92,1) |
Sí presenta | 1005 (7,5) | 8,7 (7,9-9,5) |
Nivel de depresión | ||
Ninguna | 9951 (73,7) | 71,9 (70,6-73,2) |
Leve | 2536 (18,8) | 19,4 (18,3-20,6) |
Moderado-severo | 1005 (7,5) | 8,7 (7,9-9,5) |
Total | 13 492 (100) | ------ |
ns: frecuencia no ponderada. %s: porcentaje no ponderado. %p: porcentaje ponderado. IC 95 %: intervalo de confianza al 95 %. HTA: hipertensión arterial.
*Coeficiente de variación mayor a 15 %.
La presencia de SD fue significativamente más frecuente en el grupo etario de 15 a 29 años, en el grupo con un nivel educativo secundario, en las MEF no unidas, en las residentes de zonas urbanas, en aquellas que no tenían hijos, en aquellas con el antecedente de HTA y DM y en quienes fueron víctimas de cualquier tipo de violencia; también en aquellas cuyas parejas consumían alcohol y contaban solo con un nivel educativo primario (Tabla 2, Tabla 3).
Tabla 2 Análisis de la presencia de depresión según las características de las mujeres consideradas en la muestra de estudio
Variable | Depresión %p (IC 95 %) | Valor de p† | ORc (IC 95 %) | Valor de p |
---|---|---|---|---|
Características de la mujer | ||||
Grupo etario (años) | ||||
15-29 | 9,7 (8,5-11,2) | 0,028*** | ||
30-39 | 7,3 (6,3-8,4) | 0,73 (0,58-0,91) | 0,006*** | |
40-49 | 8,6 (7,1-10,4) | 0,88 (0,68-1,12) | 0,292 | |
Nivel educativo | ||||
Sin educación | 9,5 (5,1-17,1)* | <0,001*** | 1,59 (0,79-3,18) | 0,190 |
Primaria | 8,2 (6,4-10,4) | 1,35 (0,98-1,86) | 0,067*** | |
Secundaria | 10,6 (9,4-12,0) | 1,79(1,42-2,26) | <0,001*** | |
Superior | 6,2 (5,2-7,4) | |||
Estado conyugal | ||||
No unida | 12,3 (10,8-14,0) | <0,001*** | 2,07 (1,69-2,55) | <0,001*** |
Unida | 6,3 (5,6-7,2) | |||
Condición laboral | ||||
No trabaja | 9,0 (7,9-10,3) | 0,516 | 1,07 (0,87-1,31) | 0,516 |
Sí trabaja | 8,5 (7,5-9,6) | |||
Ámbito de residencia | ||||
Urbano | 9,2 (8,3-10,2) | <0,001*** | 1,47 (1,20-1,80) | <0,001*** |
Rural | 6,4 (5,5-7,5) | |||
Nivel de pobreza | ||||
Muy pobre | 7,5 (6,3-8,9) | 0,221 | 1,02 (0,71-1,48) | 0,908 |
Pobre | 8,9 (7,4-10,7) | 1,24 (0,85-1,80) | 0,263 | |
Ni pobre/ni rico | 9,7 (8,0-11,6) | 1,36 (0,93-1,98) | 0,114 | |
Rico | 9,6 (7,8-11,8) | 1,35 (0,91-2) | 0,137 | |
Muy rico | 7,3 (5,5-9,8) | |||
Lengua materna | ||||
Español | 8,6 (7,8-9,6) | 0,708 | ||
Lengua nativa | 9,1 (7,5-11,1) | 1,06 (0,83-1,36) | 0,630 | |
Idioma extranjero | 5,1 (0,9-24,3)* | 0,57 (0,10-3,39) | 0,540 | |
Tenencia de hijos | ||||
No | 12,4 (10,3-14,9) | <0,001*** | 1,69 (1,34-2,13) | <0,001*** |
Sí | 7,8 (7,0-8,6) | |||
Características de la pareja | ||||
Grupo etario | ||||
Sin pareja-no sabe/no responde | 12,3 (10,8-14,0) | 2,50 (1,78-3,50) | <0,001*** | |
Menor de edad (<18) | ** | ** | ||
Joven (18-29) | 5,3 (4,0-7,1) | |||
Adulto (30-59) | 6,6 (5,7-7,6) | 1,26 (0,89-1,79) | 0,200 | |
Adulto mayor (≥60) | 12,2 (3,3-36,6)* | 2,48 (0,58-10,64) | 0,222 | |
Nivel educativo | ||||
Sin educación | 2,5 (0,7-9,2)* | <0,001*** | 0,39 (0,10-1,57) | 0,186 |
Primaria | 8,9 (7-11,3) | 1,48 (1,05-2,09) | 0,025*** | |
Secundaria | 8,4 (7,3-9,6) | 1,38 (1,05-1,82) | 0,023*** | |
Superior | 6,2 (5,0-7,7) | |||
Sin pareja-no sabe/no responde | 12,3 (10,3-14,6) | 2,11 (1,58-2,83) | <0,001*** | |
Consumo de bebidas alcohólicas | ||||
Sin pareja-no sabe/no responde | 11, 2 (9,6-13,1) | <0,001*** | 2,03 (1,47-2,80) | <0,001*** |
Pareja no consume | 5,9 (4,5-7,7) | |||
Pareja sí consume | 8,0 (7,1-9,0) | 1,39 (1,01-1,92) | 0,043*** | |
Características del estilo de vida y de la salud | ||||
Estado nutricional | ||||
Normopeso (18,5-24,9) | 9,1 (7,7-10,6) | 0,368 | ||
Sobrepeso (25,0-29,9) | 8,0 (6,9-9,3) | 0,87 (0,69-1,11) | 0,264 | |
Obesidad (≥30,0) | 9,2 (7,9-10,8) | 1,02 (0,80-1,30) | 0,876 | |
Consumo de bebidas alcohólicas | ||||
No consume | 9,8 (8,5-11,4) | 0,010*** | ||
Sí consume | 9,0 (7,7-10,4) | 0,9 (0,72-1,14) | 0,387 | |
No sabe/no responde | 7,1 (6,0-8,3) | 0,7 (0,56-0,87) | 0,002*** | |
Antecedentes o riesgo de HTA | ||||
No | 8,5 (7,7-9,3) | 0,041*** | ||
Sí | 11,4 (8,6-14,9) | 1,39 (1,01-1,90) | 0,042*** | |
Diagnóstico de DM o hiperglicemia | ||||
No | 8,5 (7,7-9,3) | <0,001*** | ||
Sí | 20,9 (13,0-31,7)* | 2,84 (1,60-5,02) | <0,001*** | |
No sabe/no responde | ** | ** | ||
Víctima de violencia emocional | ||||
No tiene pareja | 11,2 (9,6-13,1) | <0,001*** | 2,23 (1,79-2,79) | <0,001*** |
Pareja no ejerce violencia | 5,4 (4,6-6,2) | |||
Pareja sí ejerce violencia | 14,2 (12,1-16,6) | 2,91 (2,28-3,72) | <0,001*** | |
Víctima de violencia sexual | ||||
No tiene pareja | 11,2 (9,6-13,1) | <0,001*** | 1,72 (1,40-2,12) | <0,001*** |
Pareja no ejerce violencia | 6,8 (6,1-7,7) | |||
Pareja sí ejerce violencia | 18,2 (13,8-23,7) | 3,04 (2,12-4,34) | <0,001*** | |
Víctima de violencia física | ||||
No tiene pareja | 11,2 (9,6-13,1) | <0,001*** | 2,52 (1,99-3,19) | <0,001*** |
Pareja no ejerce violencia | 4,8 (4,1-5,6) | |||
Pareja sí ejerce violencia | 14,5 (12,5-16,8) | 3,39 (2,65-4,34) | <0,001*** | |
Total | 8,7 (7,9-9,5) | ----- | ----- |
%p: porcentaje ponderado. IC 95 %: intervalo de confianza al 95 %. ORc: Odds ratio crudo.
†Prueba chi cuadrado de tendencia. *Coeficiente de variación superior a 15 %. **No calculable. ***p < 0,05.
Tabla 3 Análisis de los factores de la mujer, de la pareja y del estilo de vida y salud asociadas a la presencia de síntomas depresivos
Variable | ORa (IC 95 %) | Valor de p |
---|---|---|
Características del estilo de vida y de la salud | ||
Estado nutricional | ||
Normopeso (18,5-24,9) | Referencia | |
Sobrepeso (25,0-29,9) | 0,98 (0,77-1,26) | 0,902 |
Obesidad (≥30,0) | 1,11 (0,86-1,44) | 0,412 |
Consumo de bebidas alcohólicas | ||
No consume | Referencia | |
Sí consume | 0,91 (0,72-1,14) | 0,401 |
No sabe/no responde | 0,72 (0,57-0,92) | 0,008** |
Antecedentes o riesgo de HTA | ||
No | Referencia | |
Sí | 1,37 (1,00-1,89) | 0,054** |
Diagnóstico de DM o hiperglicemia | ||
No | Referencia | |
Sí | 2,63 (1,56-4,46) | <0,001** |
No sabe/no responde | * | |
Víctima de violencia emocional | ||
No tiene pareja | * | |
Pareja no ejerce violencia | Referencia | |
Pareja sí ejerce violencia | 1,50 (1,06-2,12) | 0,022** |
Víctima de violencia sexual | ||
No tiene pareja | * | |
Pareja no ejerce violencia | Referencia | |
Pareja sí ejerce violencia | 1,18 (0,77-1,80) | 0,450 |
Víctima de violencia física | ||
No tiene pareja | * | |
Pareja no ejerce violencia | Referencia | |
Pareja sí ejerce violencia | 2,24 (1,60-3,12) | <0,001** |
Características de la mujer | ||
Grupo etario | ||
15-29 | Referencia | 0,048** |
30-39 | 0,83 (0,63-1,09) | 0,176 |
40-49 | 0,80 (0,59-1,09) | 0,159 |
Nivel educativo | ||
Sin educación | 2,21 (1,01-4,86) | 0,048** |
Primaria | 1,55 (1,01-2,36) | 0,043** |
Secundaria | 1,70 (1,30-2,22) | <0,001** |
Superior | Referencia | |
Estado conyugal | ||
No unida | 1,73 (1,12-2,66) | 0,013** |
Unida | ||
Ámbito de residencia | ||
Urbano | 1,45 (1,06-1,99) | 0,021** |
Rural | Referencia | |
Rural | ||
Nivel de pobreza | ||
Muy pobre | 1,10 (0,67-1,81) | 0,698 |
Pobre | 1,04 (0,68-1,57) | 0,872 |
Ni pobre/ni rico | 1,13 (0,76-1,68) | 0,535 |
Rico | 1,29 (0,87-1,92) | 0,211 |
Muy rico | Referencia | |
Tenencia de hijos | ||
No | 1,32 (0,86-2,03) | 0,209 |
Sí | Referencia | |
Características de la pareja | ||
Grupo etario | * | |
Sin pareja-no sabe/no responde | * | |
Menor de edad (<18) | Referencia | |
Joven (18-29) | 1,34 (0,91-1,97) | 0,134 |
Adulto (30-59) | 2,43 (0,55-10,65) | 0,239 |
Adulto mayor (≥60) | ||
Nivel educativo | 0,35 (0,09-1,42) | 0,141 |
Sin educación | 1,17 (0,77-1,79) | 0,453 |
Primaria | 1,04 (0,77-1,40) | 0,816 |
Secundaria | Referencia | |
Superior | ||
Sin pareja-no sabe/no responde | 1,00 (0,57-1,74) | 0,992 |
Consumo de bebidas alcohólicas | ||
Sin pareja-no sabe/no responde | 1,87 (1,18-2,96) | 0,007** |
Pareja no consume | Referencia | |
Pareja sí consume | 1,13 (0,81-1,57) | 0,464 |
ORa: Odds ratio ajustado por grupo etario, nivel educativo, estado conyugal, ámbito de residencia, nivel de pobreza, tenencia de hijos, grupo etario de pareja, nivel educativo de pareja, consumo de bebidas alcohólicas de pareja, estado nutricional de entrevistada, consumo de bebidas alcohólicas de entrevistada, antecedentes de HTA y diabetes, violencia física, emocional y sexual. *No calculable. **p < 0,05.
Al elaborar una gráfica descriptiva representando la proporción de severidad de síntomas depresivos entre las personas con normopeso, sobrepeso y obesidad, se observa una distribución similar entre las tres categorías. Se nota una ligera diferencia en la obesidad con respecto al sobrepeso, aumentando la proporción de personas con sintomatología moderada-severa con respecto a la leve (Figura 3).
Discusión
No encontramos una asociación entre el exceso de peso (sobrepeso y obesidad) y la presencia de SD. Además, observamos que las MEF sin educación o con educación solo de nivel escolar presentan una mayor probabilidad de padecer SD, al igual que aquellas que habitan en zonas urbanas, las no unidas, las que tienen DM y las que fueron víctimas de violencia emocional y física.
La relación entre el estado nutricional y los SD ha sido previamente evaluada por otros estudios. Por ejemplo, Zavala et al. identificaron que, para hombres y mujeres, la probabilidad de padecer SD aumenta significativamente en pacientes con obesidad, mientras que en aquellos con sobrepeso la probabilidad de este fenómeno es menor. Específicamente para las mujeres, las probabilidades se mantienen cuando se ajustan por la edad, los antecedentes de diabetes, la educación recibida y el estado civil 13. Estos resultados difieren de lo encontrado en la presente investigación, donde las categorías del estado nutricional no modificaron la probabilidad de la presencia de SD. Una posible explicación sería que los estudios emplearon instrumentos distintos para evaluar los SD.
En un análisis de las Endes de los años 2019, 2020 y 2021, que incluyó a hombres y mujeres, se encontró que, tras hacer un ajuste por ciertas variables de interés, la obesidad no aumentó el riesgo de depresión en comparación con aquellos que no tuvieron obesidad 14. Estos resultados coinciden con los hallazgos de este estudio.
Por otro lado, un estudio hecho con la Endes del 2019 reportó una prevalencia de SD del 5,9 % en su población 19, cifra que difiere de lo encontrado en esta investigación, donde la prevalencia fue del 8,7 %, y se centró exclusivamente en el grupo de las MEF. Sin embargo, la prevalencia encontrada se alinea con los reportes presentados por otras investigaciones en Latinoamérica 19,20.
El estado de salud general de una persona impacta directamente en la presencia de SD, y parece ser que la DM contribuye con su aparición. Se ha demostrado que el 27 % de las mujeres que la padecen desarrollan al menos un episodio depresivo 5. En esta investigación, se encontró que tener el diagnóstico de DM o presentar hiperglucemia al momento de la evaluación aumentó significativamente la probabilidad de presentar SD. Sin embargo, esta evaluación no considera el estado de tratamiento para dicha condición ni otras características de los pacientes. Asimismo, los resultados de este estudio muestran que padecer de HTA provocó que aumente significativamente la probabilidad de presentar SD en las mujeres. La explicación fisiopatológica plantea factores como un entorno proinflamatorio, la hiperactivación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, la variabilidad de la frecuencia cardiaca y la activación plaquetaria 5,6.
Los actos de violencia han demostrado aumentar significativamente el riesgo de depresión. Por ejemplo, un estudio de cohortes realizado en México encontró que las personas expuestas a cualquier tipo de violencia tienen 2,29 veces la probabilidad de padecer depresión en comparación con aquellas que no están expuestas a violencia; aquellas expuestas solo a violencia física tuvieron 4,3 veces la probabilidad de presentar depresión; 3,1 quienes sufrieron violencia emocional o sexual 19. Estos resultados concuerdan con nuestros hallazgos, pues la violencia aumenta la probabilidad de padecer SD. Sin embargo, dicha asociación solo se observó para la violencia emocional y física. Tal discrepancia podría atribuirse a la reducida proporción de mujeres que señalaron haber sufrido violencia sexual, aspecto que puede responder a una reticencia por parte de las MEF para compartir información tan sensible.
El mayor riesgo de sintomatología depresiva entre las MEF "no unidas" coincide con investigaciones previas, como la realizada en China en el 2015. Esta incluyó a hombres y mujeres con una edad media de 60 años, predominando el sexo femenino. Ellos reportaron que las personas divorciadas, separadas, viudas y nunca casadas tenían un 39 % más de probabilidades de tener síntomas depresivos en comparación con las personas casadas 21.
Las MEF residentes de zonas urbanas también tenían un mayor riesgo de SD, lo que concuerda con lo reportado por un estudio realizado en Bangladesh. En este estudio, las adolescentes que residían en zonas urbanas tenían un 56 % más de probabilidad de padecer SD en comparación con aquellas de zonas rurales 22.
En el análisis crudo, se encontró que las mujeres de 15 a 29 años tenían mayor probabilidad de presentar SD, pero esta asociación se perdió tras el ajuste por los demás confusores. Esto entra en conflicto con lo reportado por otro estudio, donde las personas mayores de 30 años tenían mayor probabilidad de tener SD en comparación con las menores de 30. Es importante mencionar que ellos incorporaron a hombres y mujeres en su análisis 23.
Otra relación no significativa fue el índice de pobreza. La investigación citada previamente encontró que las personas con obesidad pertenecientes a la categoría "rico" tenían un 65 % más de probabilidad de tener SD en comparación con la categoría "más pobre" 14. A diferencia de este estudio, aquel se centró en la subpoblación obesa.
El consumo de alcohol por parte de la pareja se comportó como factor de riesgo en el modelo crudo, pero perdió significancia tras el ajuste. Esto sugiere un posible efecto confusor ejercido por la violencia, dado que ya se ha reportado en estudios previos que el consumo de alcohol en la pareja se asocia a un mayor riesgo de violencia 24.
Solo en el análisis crudo, no tener hijos era un factor de riesgo comparado con el ser madre. Esto se explica por resultados de otras investigaciones, como un estudio longitudinal en Finlandia, donde se reportó que la ausencia de hijos es un predictor significativo de padecer síntomas depresivos a los 52 años. Este resultado se reveló tras ajustar por variables confusoras, como la salud mental de las participantes a los 16 años, el estatus socioeconómico a dicha edad, etc. Es probable que la incapacidad del presente estudio para recopilar y ajustar dichas variables afectara su capacidad de encontrar una asociación significativa 25.
El estudio tiene limitaciones, entre las cuales destaca el instrumento de medición de los SD. Este no permite hacer un diagnóstico exacto de depresión y es susceptible al sesgo de deseabilidad social, dado que las mujeres encuestadas pueden subestimar el reporte para evitar sentirse juzgadas.
Dado que los datos fueron recogidos en un solo punto del tiempo, no es posible establecer conclusiones sólidas respecto a la vinculación causal entre el exceso de peso y los SD.
Durante la recolección de los datos, no se excluyó a las personas según sus antecedentes psiquiátricos. Por lo tanto, algunos diagnósticos como el duelo complejo, el estrés postraumático o los trastornos de la personalidad no detectados pueden alterar la valoración de la depresión. Además, existen otros factores que también están asociados a la depresión, pero que no son recopilados por la Endes y, por lo tanto, no fueron considerados en nuestro análisis (autopercepción de la imagen corporal, autoestima, etc.) 26. Finalmente, debe considerarse que la finalidad de la Endes no fue específicamente evaluar los síntomas depresivos de la población peruana, sino proveer información actualizada de la dinámica demográfica y el estado de salud de dicha población. Esto puede afectar la potencia estadística del estudio.
Como fortaleza, se empleó un tamaño de muestra representativo de la población peruana. Además, las medidas antropométricas fueron tomadas por personal capacitado usando medidas objetivas y no basadas en el autoinforme 16. Como ya se ha mencionado, se usó un instrumento (PHQ9) con propiedades psicométricas óptimas para detectar la severidad de los síntomas depresivos en la población peruana. Además, la incorporación de la variable de violencia es innovadora con respecto a estudios previos, puesto que esta es un problema prevalente en el Perú: el 55,7 % de las mujeres entre 15 y 49 años ha sufrido algún tipo de violencia, ya sea psicológica, física o sexual. Esto impacta directamente en otras variables, ejerciendo un efecto confusor que impide la correcta visualización del efecto de una variable sobre otra. La falta de ajuste de la variable en el análisis puede llevar a estimaciones erróneas y falsas asociaciones. Finalmente, este estudio investigó dos condiciones con un alto impacto en la salud pública del país: la depresión y el exceso de peso.
En conclusión, en el presente estudio no se encontró una asociación significativa entre la presencia de SD y el exceso de peso. Sin embargo, existió una leve tendencia donde, a medida que aumenta el IMC, aumenta el riesgo de desarrollar SD. Otros factores como el nivel educativo, el estado conyugal, el ámbito de residencia, el diagnóstico previo de DM e HTA y ser víctima de violencia física y emocional se asociaron significativamente a la presencia de síntomas depresivos. Investigaciones en otros países han hallado una asociación entre las dos variables principales, pero los estudios en Perú parecen sugerir un comportamiento distinto en nuestro país. Por ello, se sugiere la realización de estudios prospectivos cuyo diseño pueda clarificar este aspecto en beneficio de los involucrados y de la ciencia.